«Es obvio que la poesía y la fotografía pueden complementarse y hasta influirse recíprocamente. Por una parte, la fotografía capta una imagen fija, inmóvil (a veces sólo un instante de una realidad dinámica o de una coyuntura motriz, desplazable o vibrante), y la poesía puede, a partir de esa suspensión o tregua del movimiento, hacer una lectura que la enriquezca. Por otra parte, la poesía, que genera o propone transformaciones, procesos, auges o deterioros, puede ser sintetizada ejemplarmente por la fotografía cuando ésta elige de aquella una imagen decisiva, que habla por sí misma.»


Mario Benedetti Poeta

domingo, 9 de abril de 2017

"Retrato ausente"



"Soledad"
Sentado a la puerta de mi cabaña canto en voz baja.
 La mañana, a mis pies, me mira con sus puros ojos de doncella.
 Por el camino ríen y cantan los enamorados.
 ¡Y nadie viene a acompañarme!

   Sentado a la puerta de mi cabaña sueño las nubes.
 El medio día me contempla con sus quietos ojos.
 En la floresta dorada se miran los amantes.
 ¡Y nadie viene a acompañarme!

   Sentado a la puerta de mí cabaña callo nostálgico.
 La tarde me mira con sus ojos de cervato.
 Hacia el río, en la penumbra morada, se esfuman las parejas.
 ¡Y nadie viene a callar conmigo!

   Sentado en la puerta de mi cabaña suspiro y estoy triste. 
La noche me mira con sus ojos estrellados. 
En el aire cálido palpitan besos y caricias.
 ¡Y nadie viene a acompañarme!


Rabindranath Tagore